Facebook Like

Capitulo II


Cuando dio el quinto paso, pude ver al fin su pie, sentía como la piel se me erizaba, mi cabeza daba vueltas, las preguntas iban y venían como flechas o ráfagas de disparos, no sabia bien que hacer, pero debía recordar que mi vida, y la de la mujer, estaban en riesgo. Me arme de valor, y al tiempo que el hombre movió el otro pie para dar el sexto paso, dispare.
No se escucho nada, me sorprendí al tiempo que me pregunte cual había sido la razón, sin embargo, no tuve tiempo de darle una respuesta, ya que el tipo estaba parado frente a mi. Me apunto con su arma, que probablemente dispararía al apretar el gatillo, pero preferí no darle tiempo para averiguarlo, me escondí lo mas rápido que pude tras un escritorio de madera, al tiempo que revisaba el arma-lo cual no era una tarea fácil en la obscuridad-. Sabia que probablemente la madera no resistiría mucho tiempo un tiroteo, por lo que me preocupe por encontrar otro escondite. Revise el arma, aparentemente no tenia nada malo, pero seguía sin disparar, el tirador se acercaba a mí, sin embargo, si avanzaba mas, le daría un espacio para avanzar al primer piso, donde estaba esa mujer, eso no lo podía permitir, pero, ¿entonces que haría? En esos momentos me alegraba que mi hermana no estuviera ahí, no aguantaría la presión de tener otra responsabilidad en mis manos, manos inexpertas. Sentía el sudor en mi frente, no tenia ni la menor idea de lo que podía hacer, estaba en una situación problemática. Cuando me di cuenta de que en verdad, mi ultima esperanza era dispararle, saque la cabeza y le apunte, jale el gatillo y... -¡Pum!-¡Esta vez si había resultado!, no podía creerlo, el disparo le dio en un brazo, haciendo que tirara la pistola. Automáticamente corrí a patearla antes de que volviera a tomarla, entonces le apunte al tipo y me acerque realizar mi cometido, pero al tiempo que la patee, el tipo me dio un golpe en una de mis costillas y emprendió la huida, yo trate de dispararle, pero no tenia tan buena puntería.
Me dio un momento de tranquilidad, pero después recordé a la mujer, además de que los disparos seguramente abran llamado la atención de alguien en el barrio, pero antes que nada, necesitaba saber a quien y por que la estaba defendiendo, necesitaba respuestas a las preguntas que había tenido tiempo de formular, pero ahora estaba muy cansado para continuar, además del hecho de sentirme mas seguro, ahora que la amenaza se había ido temporalmente.
Subí a recostarme en mi añorada cama, pero antes pase al cuarto en donde había depositado a la mujer, que seguía dormida. Continué moviéndome hacia mi cuarto, deposite la pistola en un mueble, y me recosté en mi cama, pero cuando estuve ahí no logre dormir, había demasiadas cosas merodeando en mi pensamiento, por lo que concluí que tenia que distraerme. Lo intente revisando mis mensajes en el teléfono, y escuche:

Daniel: he salido a una cita de trabajo que salio de improviso, no te preocupes, no regresare esta noche.
Esa era la voz de mi hermana, Jenifer, lo que explicaba la razón por la que no estaba en casa, revise el siguiente mensaje:

¿Daniel?, soy Juan, ¿a donde te fuiste?, ¡solo voltee un momento y ya no estabas!, bueno, con la confusión y todo..., hablame cuando regreses, ¿de acuerdo?.
Era cierto, ya no recordaba que iba con Juan en la mañana, revise si había más mensajes, pero ya no quedaban, por lo que le llame a Juan, pero me contesto su buzón de voz-quizá ya estaría dormido-, por lo que le deje un mensaje:

Juan: no te preocupes, estoy bien, solo que me encontré un pequeño “inconveniente” en el camino, bueno, eres mi mejor amigo, así que... ¿podrías venir mañana a ayudarme con algo? En serio te lo agradecería, hablame, adiós.
Al colgar el teléfono, me volvió a dar sueño, tal vez las llamadas habrían despejado un poco mas mi mente, por lo que me acosté, pero seguía pensando en tantas cosas, en la mujer, en el tipo, en lo que paso apenas esa tarde, y esa noche. Ahora, mi vida tal vez estaría tomando un giro totalmente inesperado, ni en mis sueños mas locos me imagine disparándole a alguien, aunque tampoco poder salvar a alguien, decidí que tal vez el día de mañana habría mas tiempo para responder esas preguntas, además de decidir que iba a hacer con la mujer, tendría que haberla llevado inmediatamente al hospital, pero fui lo suficientemente torpe para traerla a mi casa. Definitivamente mañana habría que ponerle una solución a esto. Sentí que el sueño volvía a mi poco a poco, por lo que decidí no darle mas vueltas al asunto a esto y dormir, basto recostar mi cabeza en la almohada y cerrar los ojos, para caer en un profundo sueño.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Saludos

Gracias por venir a este, mi pequeño blog. Aquí es donde aguardan mis escritos a ser leídos por ustedes. Espero que éstos sean de su máximo agrado. Si es así no olvides hacerte seguidor en la barra lateral derecha para que seas el primero en leer las historias que subo. a continuación se muestra una lista con todas las entradas que están registradas. Cada una fué escrita en momentos diferentes con sentimientos diferentes. Cada una tiene una escencia interesante, así que asegurate de leerlas todas.

Indice

Haz clic en alguna entrada que te interese.

Entradas de "Cuando el boli cobra vida"


Ver portada