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Un tragico final

Gustavo habia sido invitado a una comida en "Gambrinus", ¿seria para festejar su nombramiento como embajador?, pero ¡quien festejaria en este tiempo!, la invitacion estava fechada para el 18 de febrero de 1913, ¡en que tiempos!, Huerta habia hecho un caos del pais, calles y avenidas bloqueadas por las constantes batallas entre federales y rebeldes. Concluyo que no habría otra forma de averiguarlo que ir al lugar.

-¿Tiene reservación?-dijo el gerente
-Gustavo Adolfo Madero-contestó
-mmm, dejeme ver, oh, si, por favor, sigame, lo estan esperando.

En la mesa, estaba esperando Victoriano Huerta, junto con sus generales
-¡pero que es lo que quiere usted!
-oh, por favor, sientese, quiero discutir algunos puntos con usted
-¡nunca!, ahora, si me disculpan...
-asi que tendra que ser de esa forma, muy bien..

Gustavo sitio el cañon de una pistola presionando una de sus costillas izquierda, no tuvo mas que obedecer las ordenes que le indicaran. lo encerraron en un armario hasta media noche, para despues sacarlo misteriosamente. Gustavo estaba asustado.

-¡¿Adonde me llevan?!
-eso no es de tu incunvencia.

Lo metieron a un auto, media hora despues llegaron a una especie de fortaleza, un cuartel, que Gustavo identifico como la ciudadela. Uno de los soldados lo saco del auto y lo llevo ante otro soldado.

-aqui esta el pricionero-dijo el soldado
-muy bien, ya sabe a donde llevarlo-dijo el otro soldado, aparentemente comandante.
-¡momento!-dijo Gustavo-tengo inmunidad como miembro de la Cámara de diputados, ustedes no me pue...
el comandante le dio una bofetada, despues lo llevo por un largo pasillo, en medio de varios soldados que lo escupian y lo abofeteaban, lo golpeaban con sus bayonetas. Intento suplicar, intento defenderse, pero cualquier intento era inutil. sintio un fuerte golpe que hizo que se estampara contra una pared, un soldado lo habia hecho y ahora le estaba arrancando el ojo de su orbita, dejando solo el ojo de vidrio que tenia. A Gustavo no le quedo mas que gritar del terrible dolor que esto le causo.
-¡Lloron!, ¡Cobarde!¡ojo de piedra!-le gritaban varios soldados
Le seguian golpeando, escupiendo, le quitaron la ropa. Lo unico que queria Gustavo era que esto acabara, que terminara de una buena vez. 

Al fin, llegaron al final del pasillo, comenzando entonces un patio extenso. Gustavo camino con las pocas fuerzas que aun tenia, cuando sintio un dolor penetrante, ardiente, en la pierna, despues, otro en el brazo, y siguieron lloviendo balazos, uno le destrozo la mandibula. Al fin habia acabado todo. 

Cuando al final estava el cuerpo inherte de Gustavo, los soldados lo acuchillaron, y pelearon entre sí por obtener el trofeo final: el ojo de vidrio.


Basado en un fragmento de "A la sombra del angel" 
Historia real: Gutavo A. Madero, Hermano de Francisco I. Madero.

2 comentarios:

  1. Wooow!
    Esto Es Algo Realmente Impresionante!
    Muy Bueno!

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  2. ay no manxhes :O orror qe feo =S

    qe poca ma.....

    de los soldados se pazan






    nononon!

    ResponderBorrar

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